
Este año, la Semana Mundial de la Inmunización se celebra del 24 al 30 de abril. El objetivo es sensibilizar al público sobre el esfuerzo mundial para cerrar las brechas existentes y evitar un número de entre dos y tres millones de muertes causadas por enfermedades inmunoprevenibles. La amplia red de infraestructurascreada por Rotary, sus organizaciones colaboradoras en la Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio (GPEI por sus siglas en inglés), gobiernos y ministerios de salud, constituye el modelo a seguir para esta iniciativa.
Rotary, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el UNICEF y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., establecieron la GPEI en 1988 con el fin de proteger a la infancia del mundo mediante laerradicación de la poliomielitis. En aquel momento, la polio paralizaba cada día a más de 1.000 personas en todo el mundo. Rotary y sus colaboradores han logrado reducir los casos a menos de 400 en 2014 (una reducción de 99%) y hoy solo quedan tres países en los que nunca se logró detener la transmisión de la enfermedad.
Estos logros se deben a a labor de millones de voluntarios y trabajadores de la salud que vacunaron a la población infantil de comunidades aisladas y establecieron una red mundial destinada a monitorear en tiempo real la enfermedad y ofrecer respuesta inmediata a los brotes. Esta enorme infraestructura ahora incluye a millones de trabajadores calificados, así como con un enorme caudal de conocimientos prácticos que pueden emplearse para combatir otras enfermedades infecciosas y emprender otras iniciativas en el campo de la salud pública.
«Los rotarios han desempeñado un papel fundamental en la campaña que está a punto de erradicar la polio de la faz del planeta», comenta Mike McGovern, presidente del Comité Internacional de PolioPlus de Rotary International. «Han contribuido más de US$ 1.300 millones, han solicitado a sus gobiernos que también contribuyan a la causa, y han dedicado un sinnúmero de horas de trabajo voluntario a vacunar a los niños de todo el mundo. Estos logros han sentado las bases de un legado duradero».
Ahora, Rotary y sus colaboradores buscan establecer un plan que constituya un legado, con dos aspectos fundamentales:
Asegurarse de que los conocimientos adquiridos durante los años de lucha contra la polio se apliquen a otras iniciativas en el campo de la salud.
Durante los años dedicados a llevar la vacuna contra la polio a los lugares más remotos del mundo, la GPEI aprendió valiosas lecciones sobre cómo superar barreras de todo tipo. Como resultado, las personas encargadas de administrar la vacuna contra la polio empezaron a ofrecer otros servicios médicos como la entrega de medicamentos vermífugos o suplementos de vitamina A, implementaron actividades destinadas a reducir la mortalidad causada por el sarampión, distribuyeron mosquiteros para la prevención del paludismo y otras enfermedades transmitidas mediante la picadura de mosquitos y llevaron a cabo campañas de vacunación rutinaria. Algunos de los métodos innovadores empleados por la GPEI incluyen la microplanificación y mapeo, el monitoreo de grupos de migrantes, programas de movilización social y la capacitación y el despliegue sistemático de equipos de vacunadores. Todas estas tácticas pueden aplicarse a otras iniciativas en el campo de la salud.
De hecho, el apoyo a estas iniciativas ha sido un elemento clave de la estrategia de Rotary desde el lanzamiento de su programa PolioPlus en 1985. Además de proporcionar vacunas contra la polio, Rotary ha contribuido a proteger a la infancia de la desnutrición y otras enfermedades.
Elaborar un plan de transición para transmitir las capacidades, procesos y activos creados por la GPEI para apoyar otras prioridades en el campo de la salud.
La GPEI recibe informes periódicos de su amplia red de laboratorios de vigilancia encargados de identificar e investigar todos los casos de polio registrados en el mundo. Tanto esta red como su sistema de respuesta ha sido empleados en múltiples ocasiones para responder a brotes de otras enfermedades como el sarampión, el tétanos, la meningitis o la fiebre amarilla, además de contribuir a la respuesta mundial al brote de SARS, las inundaciones de Pakistán en 2010-2011 y el tsunami de 2004. Recientemente, Nigeria utilizó esta infraestructura en su lucha contra el ébola.
«Desde hace 30 años, los rotarios trabajan sin descanso para erradicar la polio», explica McGovern. «Sus esfuerzos no solo han servido para erradicar la enfermedad de 122 países, sino que han creado una hoja de ruta que el mundo podrá utilizar para abordar otras prioridades. Esto es algo de lo que los rotarios deben sentirse orgullosos».
En su reunión de mayo, la Asamblea de la OMS evaluará el Marco del Legado Mundial. Mientras tanto, los rotarios y el público general pueden contribuir a que el programa de Rotary contra la polio concluya con éxito los últimos pasos hacia la erradicación de esta enfermedad. Contribuye e infórmate en endpolio.org.
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Lee más sobre el Plan de Acción Global de la OMS para la Vacunación 2011-2020
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